Juan Manuel Pérez. Los usuarios y usuarias de las unidades de rehabilitación se han visto sometidos a una ardua travesía de confinamientos, restricción de permisos terapéuticos y salidas al pueblo de Martorell, que se han prolongado mucho más de lo que nos hubiéramos imaginado a consecuencia del impacto de la pandemia de Covid-19. Cabe decir que los pacientes nos han dado una lección de resiliencia y capacidad de sacrificio, adaptándose a las restricciones ola tras ola, con una resignación y aplomo encomiables.
Desde el Hospital Sagrat Cor se ha puesto el foco en intentar paliar esa restricción de ocio y socialización, no solo tratando que recuperen la normalidad lo antes posible, sino buscando la manera de mejorar su estancia en el Centro en su día a día.
Es difícil encontrar una mejor manera que el deporte para ofrecer a las personas usuarias una mejora casi instantánea de su calidad de vida, ahondando en aspectos tan fundamentales como la mejora de la condición física, la psicomotricidad, el ocio, la salud y la socialización. Conocedores de nuestras zonas verdes como una de las fortalezas de nuestra Institución, sabíamos que no tendríamos problemas de espacio para llevar a cabo la actividad, de forma que nos decidimos a buscar diferentes opciones.

Tras escrutar el mercado en busca de proveedores que nos pudieran ofrecer este servicio, nos acabamos decantando por Sport2live, una empresa social sin ánimo de lucro comprometida en ayudar a través de la actividad física, el ejercicio y el deporte a personas con patologías de salud mental. Este proveedor con experiencia en más de 25 instituciones (ITA, Pere mata, grupo ATRA, etc.). nos ofreció un programa de 90 horas mensuales con un técnico de grado en INEF-CAFÉ, formado y capacitado para llevar a cabo sesiones individualizadas y adaptadas a cada grupo según su grado de capacidad. Además, se comprometieron a brindarnos informes de seguimiento individuales y grupales, junto con una hora semanal de reunión de seguimiento para la evaluación del proyecto.


Tras seleccionar los grupos por grado de condición física, psicomotricidad y autonomía se establecieron los horarios y calendarios en los que clasificar las diferentes unidades de rehabilitación. Una vez establecida toda la logística, el 2 de febrero comenzó la actividad deportiva liderada desde terapia ocupacional y coordinación de enfermería. A lo largo de este tiempo nos hemos dado cuenta de lo acertada que ha sido la iniciativa. Son muchos los usuarios y usuarias que esperan con anhelo los días en que enfundarse las zapatillas deportivas, para correr, hacer juegos de actividad física y ejercitarse en circuitos diseñados de forma adaptada a las capacidades respectivas de cada grupo. Los pacientes ríen y se ejercitan siendo conocedores de que les espera una cálida y merecida ducha tras el esfuerzo realizado. Desde nuestro Hospital, continuaremos buscando nuevos proyectos e ideas que entremezclen nuestros valores hospitalarios y nos hagan crecer en lo más importante: el servicio y la calidad asistencial dirigida hacia las personas usuarias.
