El pasado 25 de agosto, la comunidad del Hospital Sagrat Cor de Martorell despidió a Sor Mª Soledad Paternain Plaza, quien dedicó más de 40 años de su vida al cuidado de los pacientes y a la hospitalidad. Durante los días que prosiguieron a su fallecimiento, fueron muchos los gestos de cercanía, amistad y condolencia recibidos, reflejo del espíritu de hospitalidad que ella misma vivió y promovió.

Sor Mª Soledad, con su característica humildad y generosidad, expresó en su día palabras que hoy resuenan con mayor fuerza. Durante el acto de reconocimiento en la fiesta del Sagrado Corazón, el pasado 7 de junio de 2024, habló con emoción sobre su vida entregada al servicio de los demás, destacando que “los pacientes eran mi vida” y que encontraba una “incalculable satisfacción” en el trabajo hospitalario. Su alegría y gratitud por la vida y el servicio que desempeñó fueron evidentes en cada palabra. “Yo he sido muy feliz en la vida hospitalaria, y en esta casa donde he pasado 41 años”, recordaba emocionada.
Sor Mª Soledad también agradecía a Dios por el don de la vida y la salud que había disfrutado a lo largo de los años, a pesar de las dificultades que afrontaba en sus últimos días. Con el mismo espíritu de entrega, aseguraba que “seguiría rezando” por todos aquellos que trabajaban en el hospital, pidiendo por la salud y bienestar de ellos y sus familias.
La comunidad religiosa del Hospital Sagrat Cor, junto con familiares y amigos, lamenta profundamente la pérdida de Sor Mª Soledad, pero celebran su vida dedicada a los demás. Su ejemplo de servicio, su amor por los pacientes y su fe inquebrantable seguirán siendo una fuente de inspiración para todos.
Descanse en paz, Sor Mª Soledad Paternain Plaza.
