Después de lograr con éxito el objetivo de financiar el proyecto de la Fundación Benito Menni para la atención sanitaria y terapéutica a mujeres con enfermedad mental a Kazhakoottam, India, la Fundación Hospitalarias Martorell ha dado el pistoletazo de salida a un nuevo proyecto de colaboración internacional. Se trata de una iniciativa que tiene como finalidad apoyar a la capacitación y empoderament de mujeres refugiadas y desplazadas internas al norte de Togo.
Este proyecto, que se desarrollará en la ciudad de Dapaong, en el norte de Togo, beneficiará directamente a 100 mujeres desplazadas, así como a sus hijos e hijas (100 niñas y 100 niños), con un impacto indirecto en más de 800 personas de la comunidad. El objetivo principal es promover la autonomía económica, el bienestar psicosocial y la participación comunitaria de las mujeres refugiadas y desplazadas, mediante formación, apoyo psicológico, recursos financieros y defensa de sus derechos.
Para la realización de este proyecto, la Fundación Hospitalarias Martorell necesita recaudar 34.384,01 €.
Durante 2025 se llevarán a cabo varias actividades solidarias, como San Jorge, los BCN Salud Games o la lotería de Navidad.
Más información del proyecto
Según informes del ACNUR y la ONU, las mujeres desplazadas en esta zona son especialmente vulnerables a la violencia de género, la explotación y la carencia de acceso a servicios básicos como la salud, la educación y la vivienda. La carencia de infraestructuras adecuadas para atender estas poblaciones desplazadas, combinada con la ausencia de servicios de salud mental, representa un gran reto.
Las experiencias traumáticas asociadas con el desplazamiento, como la pérdida de seres queridos, la violencia sexual y la inseguridad, tienen un impacto profundo en el bienestar psicológico de estas mujeres. Sin acceso a servicios de salud mental adecuados, muchas de ellas luchan para superar estos traumas solas, cosa que dificulta su capacidad para participar plenamente en la vida económica y social, en comunidades donde hay un elevado nivel del estigma hacia la enfermedad mental.
Además, muchas de ellas son jefes de familia, responsables de la cura de niños y personas grandes, lo cual aumenta su carga económica y emocional. La carencia de acceso a recursos financieros y oportunidades económicas limita su capacidad para reconstruir sus vidas y proporcionar un futuro estable para sus familias.
Según un informe de la ONU, el 65% de las mujeres desplazadas en el norte de Togo son jefes de familia. Además, se calcula que solo el 30% tiene acceso a servicios de salud mental, a pesar de las profundas experiencias traumáticas asociadas con el desplazamiento.
El empoderamiento económico de las mujeres desplazadas es fundamental para mejorar su calidad de vida y la de sus familias. Proyectos anteriores en la región han demostrado que proporcionar acceso a formación en habilidades empresariales y apoyo psicosocial puede transformar vidas y comunidades. Sin embargo, estos esfuerzos tienen que ser sostenibles y adaptados a las necesidades específicas de las mujeres de esta región.
El proyecto busca abordar estas necesidades mediante la formación, el apoyo psicosocial, el acceso a recursos financieros y la sensibilización comunitaria. Además, se centra en la creación de redes de apoyo comunitario que permitan a las mujeres compartir experiencias, recursos y conocimientos, fomentando así la solidaridad y la resiliencia.