Con motivo del Día Mundial de la Salud, y bajo el lema que este año ha propuesto la OMS, “Inicios saludables, futuros esperanzadores”, pongamos el foco en un tema que a menudo pasa desapercibido pero que es clave para el bienestar de muchas familias: la salud mental perinatal. En este reportaje te explicamos cómo la Fundación Hospitalarias Martorell está trabajando a través de dos programas para acompañar emocionalmente las madres durante el embarazo y el posparto. Os invitamos, también, a ver esta pequeña cápsula de video.
Qué es la salud mental perinatal?
La salud mental perinatal se centra en la detección, acompañamiento y tratamiento de los trastornos mentales que pueden aparecer en las mujeres durante el embarazo y el primer año después del parto. Tal como explica la psiquiatra Claro Blanch del CSMA de Martorell, “la prevalencia mundial sitúa que una de cada cinco mujeres tendrá algún trastorno en esta etapa. Es vital visibilizar la importancia de la salud mental de las madres”.
Hablamos de depresión posparto, psicosis puerperal, luto perinatal, trastornos del vínculo con el bebé o estrés postraumático desprendido del parto. Trastornos a menudo silenciados, pero que pueden condicionar gravemente la vida de la madre, la salud emocional del bebé y el equilibrio familiar.
“Las intervenciones psicosociales y de apoyo durante el periodo perinatal, el embarazo y el posparto pueden reducir los niveles de depresión, ansiedad y estrés en las madres, evidenciando que este tipo de acompañamiento puede tener un impacto positivo tanto a corto como largo plazo en el bienestar psicológico de las madres y sus bebés”, asegura la psiquiatra Mónica Suárez del CSMA de Vilafranca del Penedès.
El impacto silencioso
“Los trastornos mentales perinatales son un problema de salud pública”, afirma la Dra. Blanch. “No solo afectan la calidad de vida de la madre, sino que pueden condicionar la salud a largo plazo de su descendencia”. Esto implica también un impacto económico, con costes sanitarios que se podrían evitar con prevención y atención temprana.
Esta mirada preventiva es la que impulsa la Fundación Hospitalarias Martorell en sus centros de salud mental. Con una apuesta clara por el abordaje integral y con perspectiva de género, desde los CSMA de Martorell y de Vilafranca del Penedès se desarrollan programas especializados en salud mental perinatal.
Martorell: un abordaje multidisciplinario y coordinado con la primaria
El CSMA de Martorell ofrece un programa específico dirigido a mujeres con un trastorno mental previo que se plantean una maternidad. Estas pacientes reciben asesoramiento antes del embarazo, así como atención y tratamiento durante la gestación y hasta un año después del parto. El programa también acoge mujeres que desarrollan trastornos vinculados a la etapa perinatal.
El equipo está formado por dos psicólogas, una psiquiatra y el apoyo de enfermería de salud mental, que actúa como enlace con Atención Primaria.
La coordinación con la ASSIR de Martorell (atención a la salud sexual y reproductiva) es clave. “Nos reunimos cada dos meses para mejorar el circuito de derivación y atención”, explica la Dra. Blanch. El programa funciona como un servicio de consulta externa.
Vilafranca: espacio grupal, de apoyo y empoderamiento
Por su parte, el CSMA de Vilafranca del Penedès ha puesto en marcha recientemente un programa de sesiones grupales destinado a mujeres que estén en embarazo o posparto hasta un año después del nacimiento de su bebé.
“Buscamos mejorar el bienestar emocional durante el embarazo y el posparto, reducir la ansiedad, la depresión y el estrés, y fomentar la autoestima y las redes de apoyo”, explica la Dra. Suárez, al frente del programa.
El programa consta de 6 sesiones quincenales de 60 minutos, y se trabajan temas que van desde los cambios emocionales hasta la lactancia materna o el vínculo afectivo con el bebé. Las sesiones incluyen técnicas de relajación, *mindfulness, actividades creativas y espacios de reflexión colectiva.
Desde julio de 2024, se han registrado 19 mujeres, de las cuales 12 han entrado al programa y 5-6 han asistido activamente. “Es un espacio seguro y confidencial, donde las madres pueden compartir y sentirse compresas, sin juicios de valor y con respeto por las diferencias individuales y culturales”, apunta la Dra. Suárez.
Para acceder en el programa, hay que solicitar primero una valoración al médico de cabecera o a la comadrona, especialmente si se detectan síntomas emocionales, que serán los encargados de hacer la derivación al CSMA. Posteriormente, se realizará una evaluación individual por parte del equipo de Psiquiatría o Psicología para determinar si la persona es adecuada para participar al grupo.
Rompiendo el estigma
Todavía hoy, muchas mujeres no piden ayuda por miedo, culpa o desconocimiento. “Es fundamental hacer difusión, tanto entre profesionales sanitarios como la población general”, dice la dra. Blanch. Hace falta que ginecólogos, comadronas y médicos de atención primaria conozcan estos recursos y puedan derivar de manera rápida y eficaz. “Se vital que haya un esfuerzo diagnóstico y una atención médica con perspectiva de género”, añade.
Desestigmatizar la enfermedad mental en el periodo perinatal es clave. “Hay emociones negativas que son transitorias y a causa del desajuste hormonal, como lo baby blues, pero otros pueden ser incapacitantes. Tenemos que validarlas y tratarlas”, defiende la dra. Blanch. Incluso, en algunos casos, habrá que valorar el uso seguro de psicofármacos durante la maternidad, siempre bajo supervisión médica.